Cáceres en sus piedras

LOS PASADIZOS SECRETOS DE CÁCERES I

 

El tema de los pasadizos secretos de Cáceres siempre ha suscitado la fascinación de sus habitantes, conocedores por las viejas leyendas y mitos de la existencia probable de estas sugerentes construcciones. El mayor acercamiento a su conocimiento ha sido la obra Cáceres, sus construcciones ocultas, de Alonso José Román Corrales Gaitán, en la que ofrece una relación pormenorizada de ellas, junto a pozos, aljibes,…

En esta entrada y en la siguiente se da cuenta, sobre esta base, de la…

 

RELACIÓN DE PASADIZOS OCULTOS DE LA VIEJA VILLA DE CÁCERES

1ª Parte

Leer la entrada de Introducción

 

Galería de la Victoria.

Este mítico pasadizo, al que muchos hacen referencia equivocadamente como Mansaborá, comunicaría, siguiendo la tradición, lo que en tiempo musulmán era el Alcázar con la zona extramuros, en un paraje próximo a donde después se levantaría el monasterio de san Francisco. Otra leyenda menos conocida sitúa la puerta de salida en la zona conocida como Huerta del Conde, en una oquedad que podía visitarse hasta no hace mucho tiempo, popularmente llamada cueva de la Rana, desaparecida recientemente tras ser utilizada como vertedero de escombros e inmundicias. Una última tradición vincularía la llamada cueva de la Mora, al pie del baluarte de los Pozos, como parte de la citada galería.

Su nombre de la Victoria le viene de antiguo, pues se contaba que por ella un grupo de soldados leoneses al mando de Alfonso IX burlaron en 1229 la defensa almohade y rindieron fácilmente el fabuloso Alcázar, pasando Cáceres a pertenecer definitivamente, tras múltiples intentos anteriores, al reino de León (La galería de la Victoria).

Por esta galería, cuentan, que aún se escuchan los suspiros y lamentos de la hija del Qaid, por cuyo amor y traición el pasadizo fue dado a conocer secretamente a los cristianos (La gallina de oro).

 

Pasadizos de la casa de los Cáceres Ovando.

Desde la popularmente conocida como casa de las Cigüeñas partirían dos pasadizos. El primero, se sabe que partiría dirección a la calle Ancha, seguramente al antiguo y primigenio solar de los Ovando, lindera con el palacio de los marqueses de Torreorgaz del que lo separa la calleja de doña Lola. El segundo toma camino hacia la espalda de la iglesia de san Francisco Javier o de la Preciosa Sangre.

 

Pasadizo de Galarza.

Magnífico debió ser este subterráneo, del que en algunas ocasiones han aparecido lo que podrían ser tramos del mismo con ocasión de obras realizadas en la plaza Mayor. Comunicaría, en tiempos del obispo Pedro García de Galarza a finales del siglo XVI, el palacio Episcopal del intramuro, con la mansión que el prelado levantó al término de la calle Empedrada (hoy del General Ezponda), llamada por tal motivo casa de Galarza, aunque conocida popularmente como de los Trucos.

Remontándonos a tiempos anteriores al famoso obispo, la casa de los Trucos fue propiedad de un apasionado conocedor de leyendas en el Cáceres del siglo XV, Sargas Cohen, el último rabino de la villa antes de la expulsión de los judíos en 1492. De él cuentan las leyendas que, por su afición a los misterios, hizo construir habitaciones y pasadizos en los que refugiarse en caso necesario o escapar airosamente en una época que no fue favorable a los de su credo. Estas ocultas estancias las llamaron, por tal motivo, trucos, aunque también hay quien opina que este nombre proviene de celebrarse en esta casa, hace dos o tres siglos, juegos prohibidos de naipes.

 

Pasadizos de la casa de Rodrigo de Ovando o palacio de los marqueses de Oquendo.

Hoy día, esta voluminosa estructura sirve de cobijo del hotel NH, en la plaza de san Juan. Según Corrales Gaitán, de sus entrañas saldrían dos túneles: uno que se adentraría intramuros y otro a la cercana casa de los Ovando Saavedra, con vínculo familiar hace siglos, pues hasta principios del siglo XVII eran propiedades que pertenecían a la mismo linaje.

 

Pasadizos del palacio de los Golfines de Arriba.

Dos serían las galerías que partirían de esta enorme construcción en lo más alto de la vieja villa. Una con un trayecto corto, uniría el palacio con la cercana casona de Gonzalo de Ulloa, hoy sede del restaurante Atrio; en esta zona se encontrarían las caballerizas de la familia. La otra tomaría rumbo hacia un solar que se ubicaría camino de la Puerta de Mérida.

 

Pasadizos de la casa del Tesoro.

Lo que fue casona de la duquesa de Fernán Núñez, en las traseras del Ayuntamiento del que hoy forma parte, se levantó sobre las ruinas de una vieja carbonera, que yéndonos a finales del siglo XV fue morada de una familia judía, al que la tradición recuerda que tenía por apellido Cohen, igual que el del anterior rabino. Ya hice mención de la leyenda que circula sobre este lugar (La casa del Tesoro), y pudiera ser que los famosos cántaros llenos de insospechadas riquezas aún estuvieran esperando escondidas en cualquier de estos desconocidos pasadizos, que bien serían una única galería.

Siguiendo siempre a Corrales Gaitán en su obra Cáceres, sus construcciones ocultas, debajo de los propios pilares del actual edificio, un tramo se adentraría en el interior del recinto amurallado, mientras que otro lo haría en dirección a algún lugar de lo que sería la nueva judería.

 

Más pasadizos

 

FUENTES:

Plano utilizado para la ubicación aproximada de los pasadizos: SIG Cáceres.

CORRALES GAITÁN, ALONSO JOSÉ ROMÁN. Cáceres, sus construcciones ocultas.

HINOJAL SANTOS, JOSÉ LUIS. Historias y leyendas de la vieja villa de Cáceres.

 

José Luis Hinojal Santos

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