El Ánima Sola es un ánima atrapada en el Purgatorio, a la que se invocaba, entre otras cosas, para el amor. Según creencias paganas asociadas al Cristianismo, era de Celestina Abdégano, la mujer que dio de beber a Dimas y a Gestas, ladrones que acompañaron en el Calvario a Jesucristo, negándole a éste ofrecerle líquido por temor a ser reprendida por los judíos. Por esta acción, fue condenada, aunque la Iglesia niega tal cosa, a sufrir las llamas del Purgatorio eternamente.
El Ánima Sola era requerida en Extremadura, mediante conjuro y ritual, para casos en que una sufría el abandono de su marido, su amante o su novio. He aquí el conjuro:
Ánima sola, la más sola
Ven que te llamo para lo que sea menester.
Yo te conjuro con los tres vientos.
Yo te conjuro con los tres elementos.
Yo te conjuro con la sangre de Lucano.
Yo te conjuro con las doce tribus de Israel
Y con todos los que están en la peña del Carmesí.
Que todos juntos os juntéis
Y por la puerta del río Jordán pasaréis.
De la nueve varas de mimbre negro que cogeréis,
Tres las hincaréis a (fulano) por el corazón,
para que no pierda mi amor.
Tres en el sentido de que no me ponga en olvido,
que no me lo dejéis estar ni reposar
hasta que conmigo vuelva a estar.