Cáceres, 22 de noviembre de 1755.
El Corregidor.
Ilustrísimo Señor:
Quedo observando y en observar la Real Orden de S.M., que V.S.I. me comunica, con fecha de 8 de este mes, para que se averigüen los efectos del temblor de tierra experimentado en esta villa el día primero de el mismo, a las diez y cuarto de la mañana, como lo que se pudo advertir antes y después de él, para acudir a el remedio de cualquier ruina que puede sobrevenir, a cuyo fin se está continuando el reconocimiento de casas y edificios por los Maestros alarifes, como participé a V.S.I. con fecha de 15 del corriente.
Lo que hasta ahora he podido averiguar, por deposición de personas de verdad, aunque del campo, que lo vieron es que la mañana del citado día primero de este mes, entre tres y cuatro de ella, vieron en el cielo hacia la parte de Levante un rasgo luminoso parecido a un cohete, o corpulenta exhalación de que se formó una encendida estrella, que en todo el tiempo de su duración, que consideran fue más de un cuarto de hora, estuvo sacudiendo unos rayos ardientes con figura de culebras, así como las que despide tempestuosa nube. Otros aseguran que la corpulenta exhalación llegaba a la tierra declinando desde su altura en resplandor piramidal, y otros afirman que su aspecto era como el de una culebra de poderoso tamaño qeu se desapareció entre un pabellón de espeso humo.
Luego, aquella mañana, a la hora de diez y cuarto, se experimentó en todo este pueblo, y país, el terremoto ya expresado, y se advirtieron extraordinarios efectos en los minerales de agua, pues en la fuente llamada del Rey, que riega todos los plantíos y hortalizas de la ribera de esta villa, en la distancia de una legua, y da uso a varios molinos y otras oficinas, tomó nuevo incremento en bastante abundancia que subsiste todavía. Y en otras fuentes se reconoció igual aumento, reconociéndose en alguna haber enturbiado el agua.
Que es cuanto hasta ahora he podido averiguar para ponerlo en noticia de V.S.I., como lo ejecutaré en lo demás ocurra, pidiendo a Dios guarde a V.S.I. los muchos años que deseo.
Cazeres, noviembre 22 de 1755.
Besa la mano de V.S.I. su más rendido y obligado servidor, Don Juan Francisco de Lariz Olaeta.
Ilustrísimo Señor Gobernador del Consejo.