Cáceres en sus piedras

LOS SAYOS DE SAN ANTONIO

 

La moza que de quince años

no se ha echado novio,

que se arrime a los sayos

de san Antonio.

 

Así rezaba un dicho cacereño, en tiempos no muy pasados. Y venía a cuento por la fama de casamentero que rodeó la figura de san Antonio de Padua, patrón de los enamorados.

El santo portugués tuvo y tiene en Cáceres una ermita bajo su advocación, aunque al templo, por su ubicación, se lo conozca popularmente como de san Antonio de la Quebrada. Se levanta, desde 1470, en el centro mismo de la vieja judería. El motivo no es otro que antes de ermita fue sinagoga.

San Antonio de Padua pues; patrón de los enamorados en lo que sigue.

 

Ermita de san Antonio de la Quebrada

 

Era frecuente, en los meses de junio, que la pila bendita de este lugar se llenara de alfileres, dejados durante días y semanas antes por los sastres y modistas de la villa de aquellos que habían quedado inservibles por haberse doblado o roto en el uso de su oficio.

El 13 de los citados junios, los mozos y mozas en edad casadera encomendaban a san Antonio su deseo de encontrar pareja. Su incertidumbre, las viejas tradiciones y algo de superstición, les llevaba a meter la mano en la pila y agarrar fuerte los alfileres, aguantando como podían el punzante dolor. De aquellos que se quedaban clavados en la palma…

…deducían el número de novios o de novias que gozaría cada cual en el futuro.

Luego, encendían una vela ante la imagen del santo y el mismo día acompañaban la talla en la procesión que partía de la ermita.

 

FUENTE:

HINOJAL SANTOS, JOSÉ LUIS. Historias y leyendas de la vieja villa de Cáceres.

 

José Luis Hinojal Santos

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