Cáceres en sus piedras

LOS PASADIZOS SECRETOS DE CÁCERES (Intro)

 

El cronista árabe Al-Umari admiró la cristiana Cáceres a comienzos del siglo XIV, y dejó testimonio de su impresión en una de las más bellas descripciones que se conocen de la vieja villa…

– Bien definida y como colgada de las nubes.

Las poderosas murallas almohades y las incipientes y salvajes torres nobles que rozaban el cielo imprimieron esta imagen en su retina. De aquellas murallas y torres quedan sólo recuerdos, hermosas aún tras el desmoche de éstas últimas o del desmantelamiento de mucha parte de los lienzos de aquéllas. Sin embargo, Cáceres sigue hoy

‘ como colgada de las nubes.

Si bien en otro sentido, pues son muchas las tradiciones que hablan de la existencia, en el subsuelo de lo que fue la vieja villa de Cáceres, numerosos y desconocidos pasadizos que transitan bajo las calles y palacios intramuros, profundos pozos comunicados con estancias secretas, y aljibes que siguen recogiendo las aguas de lluvia bajo los patios cacereños.

Todos estos secretos que atesora el subsuelo cacereño medieval invitan a soñar con una villa hueca, mágica, misteriosa,

‘ ¡colgada de las nubes!

Los mitos dejaron en buena parte de serlo gracias a las investigaciones de Alonso José Corrales Gaitán, que tras su estudio de campo, las llevó a su obra Cáceres, sus construcciones ocultas. En ella da cuenta de muchas de estas oquedades, su origen y destino, su servicio, su estado, y si queremos una relación amplia y detallada de las que siguen esperando su entrada de nuevo en la historia, que no son todas las que debieran, a la citada obra debiéramos acudir.

 

Durante el mes de abril de 2018, este estudio de Corrales Gaitán, que vio por primera vez la luz en 1992, en estos días será de nuevo editado y puesto a disposición de todos y todas aquellas que deseen tomar conocimiento del apasionante mundo de las construcciones ocultas bajo el suelo cacereño. Diría que es lectura obligada para conocer los secretos de la vieja villa de Cáceres, pues da cuenta en detalle de galerías, pozos, aljibes, estancias ocultas y otras construcciones que no pueden ser visitadas; algunas, desgraciadamente la mayoría, con la tendencia de ir desapareciendo para siempre.

 

¿Para qué tantos y ocultos pasadizos?

Los más antiguos fueron obra de los almohades, para proteger su posesión, Hizn Qazris, de los frecuentes asedios leoneses. Con ellos pretendían comunicar los distintos sitios que formaban el formidable conjunto del Alcázar y las afueras de la fortaleza, sirviéndose para ello de lo que pudiera quedar del antiguo sistema de cloacas y de estancias romanas cegadas por el peso de los siglos y el abandono de la anterior colonia Norba Caesarina.

Otros pasadizos proceden de los tiempos convulsos en que las banderías enfrentaban unos linajes contra otros. Estas frecuentes disputas aconsejaban ir de un lugar a otro por secretas galerías, túneles a resguardo del amenazante exterior. La mayoría de ellos se excavaron comunicando palacios y lugares que pertenecían a un único señor, como leeremos en la siguiente relación.

 

 

FOTO DE CABECERA: Pasadizo de la Preciosa Sangre.

 

FUENTES:

CORRALES GAITÁN, ALONSO JOSÉ ROMÁN. Cáceres, sus construcciones ocultas.

HINOJAL SANTOS, JOSÉ LUIS. Historias y leyendas de la vieja villa de Cáceres.

 

José Luis Hinojal Santos

Añadir comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.