RELACIÓN DE PASADIZOS OCULTOS DE LA VIEJA VILLA DE CÁCERES
2ª Parte
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Pasadizo de la Preciosa Sangre.
El más moderno, pues dataría de la década de los sesenta del siglo XVIII, y el más conocido por los cacereños, pues muchos pudieron cruzarlo durante el siglo pasado. Une la casa del Sol con la sacristía de la Iglesia de san Francisco Javier (o de la Preciosa Sangre), abierto mientras ambos edificios estaban regentados por los misioneros de la Preciosa Sangre, valga la redundancia. En 2008, el templo pasó a la gestión directa del obispado de Coria-Cáceres y, desgraciadamente, una de las primeras medidas que se adoptó fue tapiar el pequeño túnel que cruzaba bajo la cuesta de la Compañía.
Pasadizo de la casa de Hernando de Ovando.
La casa de Hernando de Ovando se encuentra en la plaza de santa María, y la familia antaño tenía una vinculación especial con el santo crucifijo de santa María de Jesús, más conocido como Cristo Negro, del que se cuenta que fue un encargo de un miembro de este linaje por el que pagó 1300 de los 1500 maravedíes en que estaba estipulado el trabajo, allá por el siglo XIV. El crucifijo se encuentra presidiendo la capilla que lleva su nombre en el lado de la epístola, junto al altar, en la iglesia de santa María.
Esto justificaría la existencia de un pasadizo que comunicaba la anterior casa con esta capilla, en la que finalmente fue enterrado el obispo de la diócesis de Coria-Cáceres Jesús Domínguez Gómez, muerto en 1990 y enterrado justo debajo del Cristo Negro. Este suceso determinó que en la actualidad sea imposible el acceso a la galería.
Pasadizo del convento de santa María de Jesús.
Corrales Gaitán habla en su libro Cáceres, sus construcciones ocultas, de este posible pasadizo que estaría ubicado en el antiguo convento de santa María de Jesús, al lado del palacio de los Golfines de Abajo. El claustral desapareció y en su lugar se levanta el palacio de la Diputación de Cáceres. El túnel partiría dirección a la ribera del Marco o arroyo de la Madre.
Pasadizos del palacio de Moctezuma.
El mismo autor señala que una de las galerías de este palacio toma dirección al Paseo Alto, lo que aparece en otras fuentes. En este camino se encontraría el palacio de los duques de Abrantes en la plaza del Duque, solar que perteneció en siglos pasados a la misma familia de los Carvajal; y es posiblemente esta casa el término del pasadizo, en lugar del antiguo cerro del Royo, una colina alejada del perímetro urbano de entonces, que haría extraordinario tan largo recorrido. La otra galería tomaría dirección opuesta.
Pasadizos de la casa del Mono.
Corrales Gaitán da noticias de dos pasadizos que tendrían su inicio (o su término) en esta popular mansión, de los Cáceres Nidos, más conocida como casa del Mono. Es un edifico mágico y sugerente del que se cuentan leyendas e historias extraordinarias, desde las célebres del mono hasta la posible existencia de un magnífico tesoro oculto en su interior, en lo más profundo de sus entrañas.
Una galería partiría hacia el sur, a la antigua casa de los Aldana, apenas unos treinta metros subiendo la colina donde se enclava el recinto amurallado. Parece que en este último solar también existirían evidencias de la entrada a la citada galería. La otra tomaría partido por el también cercano palacio de la Generala, propiedad que antiguamente pertenecía a los mismos propietarios, los marqueses de Camarena.
En uno de estos pasadizos transcurriría una de las leyendas del mono, al esconder en su interior el lugar donde el viejo alquimista realizaba sus experimentos y su cruel tormento del animal (leer El mono encadenado).
Pasadizo de los marqueses de Torreorgaz.
En un trayecto corto, uniría el actual Parador Nacional de Turismo con el solar situado frente a su fachada, que fue igualmente propiedad de los marqueses de Torreorgaz. Se dice que el ensanchamiento de este lado de la calle Ancha se debió al gusto de esta familia de hacer posible al caminante detenerse un momento para admirar la bella fachada del palacio, pudiendo de esta manera separarse unos pasos más de ella y gozar mejor de la perspectiva.
Pasadizos del palacio de Godoy.
Serían dos los túneles, ignorándose el término de los mismos. Uno tomaría dirección a la zona de san Blas y otro comunicaría el palacio con algún solar del interior de la zona amurallada.
Pasadizo de la casa de los Saavedra de san Juan.
Después de muchos usos a lo largo de su historia, actualmente este palacio alberga la Cámara de Comercio de Cáceres, en la plaza del doctor Durán, donde forma esquina y un precioso sitio junto a la puerta del Sol del lado de la epístola de la iglesia de san Juan. El túnel uniría este palacio con el frontero de los Ovando Espadero, o, de ser más largo, con el que tuvo la otra rama familiar de los Saavedra, llamados del Postigo por estar dicha posesión, hoy integrada en el de los Golfines de Arriba, al lado del postigo de santa Ana.
Por esta galería se contaba un bello romance que los mentideros atribuían al doceavo marqués de Monroy, Juan María de Varela, propietario del inmueble a fines del XIX y soltero a la sazón, con una hermosa mujer que residía en el palacio de los Ovando Espadero, a quien frecuentaba por las noches utilizando el pasadizo. De ello no se guarda noticia histórica que lo avale. El marqués murió en 1791 dejando gran parte de su fortuna a los pobres, dineros que no llegó nunca a su destino pues no pasaron de unos aprovechados albaceas testamentarios.
FOTO DE CABECERA: Pasadizo de la Preciosa Sangre.
FUENTES:
CORRALES GAITÁN, ALONSO JOSÉ ROMÁN. Cáceres, sus construcciones ocultas.
HINOJAL SANTOS, JOSÉ LUIS. Historias y leyendas de la vieja villa de Cáceres.
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